Testimonios notariales

Segunda temporada



Primera sesión - Chico de Borja María Elena


Testimonios Notariales reúne anécdotas y experiencias de grandes juristas que han dejado huella en el notariado mexicano.

A principios del 2021 se inició con la edición de la segunda temporada de “Testimonios Notariales” donde se aprecian diversas colaboraciones de notarios, y familiares de notarios fallecidos, los cuales nos comparten anécdotas que vivieron junto a tan importantes celebridades del notariado.

Agradecemos la participación de:
Francisco Daniel Sánchez Domínguez
María Elena Chico de Borja
Carlos de Pablo Serna.

En esta temporada se presento la oportunidad de realizar un pequeño homenaje para:
Manuel Borja Martínez
Francisco Lozano Noriega
Miguel Ángel Fernández Alexander
Eugenio Ibarrola Santoyo
Manuel Borja Soriano
Alberto Pacheco Escobedo
R. Pacheco Rogerio
José Cipriano Ruiz Bello;
Francisco José Vázquez Pérez
Manuel Andrade Priegos
Familia Rebollar


Primera sesión

Chico de Borja María Elena
Febrero 2021

La Dra. María Elena Chico de Borja comparte anécdotas de su vida profesional y familiar al lado de su esposo, Don Manuel Borja Martínez, con quien contrae matrimonio el 4 de mayo de 1963, y para quien menciona, tenía tres grandes amores: su biblioteca, el derecho y su familia

A lo largo del tiempo el maestro Manuel Borja se convierte en su gran influencia para que la doctora decidiera estudiar la carrera de Historia.

Don Manuel Borja era tan apasionado del derecho y de la historia que la mayoría de los viajes que realizaban en familia siempre iban de la mano con la investigación histórica del lugar al que fueren.

María Elena Chico de Borja curso su educación básica en el Colegio Sagrado Corazón. Es egresada de la UNAM, titulada en la carrera de historia. La tesis que en su momento desarrolló para titularse y la cual fue sugerida por el Mtro. Manuel Borja, tuvo por título “La historia del Colegio de Notarios”.

El desarrolló de la tesis fue basado en un archivo inédito de la “Profesión del notariado”, que es: “Una profesión liberal y sin embargo es conservadora”. Dicho archivo data desde el tiempo de la Colonia, teniendo antecedentes de los escribanos y de la Cofradía.

El trabajo final tuvo tan buenos resultados que Editorial Porrúa tuvo a bien publicarlo, con el título: “Historia del Colegio de Notarios 1792-1901”.

Dejando inconclusa la investigación de “Historia del Colegio”, tiempo después, y para seguir estudiando la maestría, decidió retomar dicha investigación para así realizar nuevamente su tesis en grado de maestra llevando por título “Historia del Colegio 1902-1980”. De nueva cuenta asesorada por su esposo, pero antes de que concluyera dicho trabajo el Mtro. Manuel Borja fallece a los 57 años, terminando así con un matrimonio de 27 años. Esta investigación también fue publicada por Porrúa.

Años más tarde y por sugerencia el Dr. Bernardo Pérez Fernández del Castillo tomo la decisión de hacer un compendio de los dos libros anteriores, haciéndolo más accesible y dando como resultado “Historia del Colegio de Notarios 1972-1980”

Otra de las publicaciones sobresalientes de la Dra., en pro de la mujer es: “La mujer en el mundo medieval”, obra con la cual se ha presentado en diferentes foros.

Realizo su Doctorado en Historia en la Universidad Anáhuac.

En palabras de la Dra. Chico de Borja el abuelo de su esposo, Don Manuel Borja Soriano fue el primer notario, con la Ley del Notariado de 1901.

Y nos comenta que "El mejor regalo de bodas que recibió Don Manuel Borja Martínez por parte de su abuelo fue una biblioteca referente al tema de derecho civil". Situación que lo llevo a remodelar su casa en torno al tamaño de dicha biblioteca.

Al morir el Mtro. Borja Martínez y con la ayuda del Colegio de Notarios se creó un fondo en Investigaciones Jurídicas de la UNAM lugar donde se encuentra la biblioteca “Manuel Borja Martínez” y por ende la biblioteca “Manuel Borja Soriano”, actualmente todo se encuentra digitalizado para su consulta, conservando siempre la parte jurídica. En su tiempo fue considerada como “La más valiosa de Derecho Civil, la más completa”

El legado del Mtro. Borja Martínez a nivel profesional es: “Nos dejó una huella profunda, era un hombre de una inteligencia privilegiada, íntegro y coherente, al mismo tiempo era muy cercano y cariñoso con las personas que lo rodeaban. Transmitió a sus hijos la idea de cumplir con su deber, la importancia de vivir su fe todos los días y la importancia de la familia”

Segunda sesión

Sánchez Domínguez Francisco Daniel

Francisco Sánchez Domínguez es egresado de la Facultad de Derecho de la máxima casa de estudios UNAM. Se interesó en el derecho desde la preparatoria, influido siempre por la historia, materia que lo ha apasionado desde joven.

Cuando se encontraba cursando el segundo año de preparatoria, se despierta en él la inquietud de ser sacerdote. Se vio obligado a cursar un año la carrera de derecho, ya que su padre no lo dejaba entrar a la “Compañía de Jesús”, orden Jesuita a la cual quería pertenecer por el tipo de personas que ahí se formaban. Cuando logra ingresar a la “Compañía de Jesús”, lo hizo por algunos meses ya que le surgieron problemas de salud que le impidieron seguir con el noviciado, situación que lo orillo a regresar a la Facultad de Derecho.

Tiempo después se le presento por segunda ocasión la oportunidad de regresar a la “Compañía de Jesús”, situación que lo llevó a descubrir que ya no le despertaba el mismo interés de pertenecer dicha institución. A consecuencia de esto decide retomar y concluir su carrera de Derecho.

Su maestro fue Othón Pérez Fernández del Castillo, quien le impartía clases de obligaciones y contratos. A la par de esta situación el doctor Othón presentaba su examen de oposición, obteniendo la titularidad de la notaría 63, lugar en el cual él Lic. Francisco D. Sánchez trabajaría a petición del nuevo notario.

En enero de 1974 y con vasta experiencia dentro de la notaría él Lic. Francisco D. Sánchez decide prepararse para iniciar su carrera notarial. En abril de ese mismo año se hace aspirante, siendo el mes de septiembre cuando presenta su examen de oposición, obteniendo así la titularidad de la Notaría 117.

Su nombramiento como notario 117 del entonces Distrito Federal, hoy CDMX, se rigió bajo la Ley del Notariado de 1946, la cual exigía mínimo 8 meses de práctica en alguna notaría.

La función notarial debe de: “Ayudar a las personas a realizar con toda confianza y sin salir perjudicados, una operación jurídica”.

El notario Francisco Daniel Sánchez participó en la Comisión Redactora del Reglamento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, dirigido por Don Céforo Guerrero Reynoso, iniciando así el funcionamiento de la Ley.

La Reforma Constitucional que modifico este tema estableció que: “Tenían personalidad jurídica las agrupaciones religiosas si se constituían como Asociación Religiosa y obtenían su registro constitutivo”.

En la función notarial participo en el Consejo del Colegio de Notarios desempeñando diversos cargos anteponiendo siempre su mayor esfuerzo para desarrollar una buena labor.

Se desarrollo poco tiempo como profesor en la UNAM y en la Universidad Iberoamericana.

Siendo su pasión el “Litigio”, logro encausar, siendo defensor del vínculo sagrado del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de México. Muchas de las satisfacciones que ha tenido en la vida jurídica han tenido relación con en el derecho canónico.

Para las nuevas generaciones que quieren ser notarios es: “Es importante la preparación, pero lo es más la práctica, pero que no vean en la práctica el modo de ejercer una profesión mediante la cual voy a obtener grandes ingresos que me van a proveer de una vida cómoda, regalada, de lujos y riquezas”.

El notario debe tener el control y conocimiento de cada escritura que se realiza dentro de su notaría, tratando de ver siempre la función social que tiene el notariado, aplicando la Ley Notarial.

“´Todo notario debe ser una persona veraz en todo, en cumplimiento de la Ley, en su actuar, en su preparación y buscar el valor de la verdad”

Actualmente sigue en funciones, teniendo hasta el momento 47 años de carrera notarial.

Tercera sesión

Borja Martínez Manuel

*11-dic-1932 † 3-dic-1990

El maestro Borja Martínez desciende de una familia de grandes juristas, su padre Manuel Borja Covarrubias y nieto de Manuel Borja Soriano.

La educación básica la curso en el Colegio de México, el bachillerato en el Centro Universitario México. Ingresó a la Facultad de Derecho de la máxima casa de estudios UNAM, en el año de 1952, en lo que fue la antigua Escuela Nacional de Jurisprudencia. Se título con mención honorifica el 22 de junio de 1957 con su tesis titulada “La propiedad de pisos o departamentos en el derecho mexicano”

De 1957 a 1972 impartió clases en la UNAM, dando la materia de Contratos Civiles, al mismo tiempo era docente en la Universidad Iberoamericana, en la que fue director de la carrera de Derecho de 1966 a 1964.

En boca de sus alumnos era caracterizado por ser una persona seria, elegante y sin pretensiones. Siempre educado, nunca le falto el respeto a sus alumnos, tratándolos de “Caballeros”.

El 11 de diciembre de 1958 obtuvo la titularidad de la notaría 36 del Distrito Federal. Dentro de la función notarial fue de presidente del Consejo del Colegio de Notarios en el bienio 1978-1979. A nivel internacional se desempeñó como “Arbitro” de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial. En 1969 fundo la Revista Jurídica, de la Universidad Iberoamericana en coordinación con Miguel o Manuel Villoro Toranzo.

Formó parte del Consejo editorial de la Revista de Derecho Privado. Manuel Cárdenas Lang, colaborador de la revista refiere que: “Siempre que Don Manuel escribía algo, siempre lo tenía bien documentado, ya que no ponía una palabra, ni una letra si no tenía un respaldo sólido en eso”.

Una de las pasiones que tenía el Mtro. Borja era la compra y búsqueda de libros. De su abuelo, el Lic. Manuel Borja Soriano, heredo una biblioteca especializada en derecho civil. Hoy, esa biblioteca forma parte del acervo bibliográfico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

En el año de 1986 fue galardonado con la medalla de oro “Jorge Sánchez Villaseñor” por su constancia en la docencia.

Para sus alumnos fue un privilegio haberlo tenido como maestro, disfrutando momentos inmemoriales, teniendo un grato recuerdo que contar, una anécdota, pero siempre anteponiendo la seriedad y la calidad humana que tuvo donde quiera que se presentara.

Como homenaje, uno de los auditorios del Colegio de Notarios de la CDMX, y un aula de la Universidad Latinoamericana llevan su nombre.

El Mtro. Borja Martínez falleció el 3 de diciembre de 1990 a la edad de 57 años.

Cuarta sesión

Lozano Francisco

* 25-dici- 1916 † 11-abr-2012

Francisco Lozano Noriega nació en la Ciudad de México el 25 de diciembre de 1916, es egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM, obtuvo el grado de licenciado el 31 de octubre de 1938 y el de doctorado el 19 de octubre de 1954, presentando una primera versión de su tesis titulada “Tópicos sobre Regímenes Matrimoniales desde el punto de vista notarial”

El 12 de marzo de 1946 obtiene la patente a notario del Distrito Federal, función que desempeño por más de 66 años, demostrando siempre una honradez a prueba de todo, claro ejemplo del compromiso que se adquiere en el ejercicio de esta profesión.

Fue profesor de la materia de Contratos, fundo e impartió la catedra de “Introducción al estudio de la sociología y la economía” de 1939 a 1941 en la Escuela Nacional Preparatoria.

Sus inicios dentro del ámbito notarial se dieron cuando empezó a trabajar junto con su tío Tomas Noriega, un excelente y destacado abogado, en la notaría 10 del Distrito Federal, a cargo del notario Noe Graham Gurría

En reconocimiento a su labor notarial el Colegio de Notarios de la CDMX, decidió nombrar un aula con su nombre.

Fallece el 11 de abril de 2012

Quinta sesión

Fernández Alexander Miguel Ángel

* 11-octubre- 1951 † 22-septiembre-2007

Es originario de la Ciudad de México, nació el 11 de octubre de 1951, es egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM.

Durante su infancia y parte de la adolescencia lo aquejaron problemas de salud, como lo fue el cáncer y la insuficiencia renal. En 1975 y a la edad de 23 años fue candidato para que se le realizara un trasplante de riñón, siendo donado por su hermana. De esta forma logro superar en gran parte esas vicisitudes que hasta entonces lo habían aquejado.

Trabajo durante 11 años en la notaría 6 del Lic. Fausto Rico de 1970 a 1981. Para diferentes colegas las características que distinguían al Lic. Miguel Ángel eran las ganas de salir adelante, de estudiar y aprender, demostrando una gran pasión por el Derecho Civil.

Su hijo Miguel Ángel Fernández Ortiz, lo reconoce como un excelente padre, persona, ser humano de quien aprendió los valores.

El 9 de noviembre de 1981 acredita el examen de oposición obteniendo la patente a notario 163 de la Ciudad de México, con una calificación de 80 puntos, se le reconoce como una de las calificaciones más altas que se haya otorgado.

Participo como consejero del Colegio de Notarios del entonces Distrito Federal en el bienio 1990 a 1991. Participó también como secretario académico del Colegio Nacional del Notariado Mexicano en dos bienios de 1993-1994 teniendo como presidente al Lic. Francisco Xavier Arredondo Galván y de 2003-2004 siendo presidente el Lic. Adrián Iturbide Galindo. Nunca quiso postularse como presidente para ninguna de las instituciones antes mencionadas, diciendo: “Que él ayudaba a la institución sin necesidad de un nombramiento”

Su esposa, la Sra. Luz María Ortiz de Fernández, lo recuerda como “Un hombre excepcional tanto en lo profesional como en lo personal. Sencillo, generoso con todo el mundo, pero sobre todo fue muy honesto. El trascendió, dejando como legado las Reformas Fiscales que actualmente llevan su nombre”

Fue promotor de las actividades académicas del entonces Colegio Nacional del Notariado Mexicano, y sobre todo de los seminarios de actualización. Preocupándose así por la actualización académica de los notarios de la Ciudad de México.

La mayoría de sus colegas lo recuerdan por su gran calidez humana, su sencillez, le destacan su capacidad de compartir conocimiento a través de consejos, anécdotas o incluso hasta de regaños. Marcando así una gran historia dentro del ámbito notarial de la Ciudad de México.

Desde el 2008 en honor a su labor académica el Seminario de Actualización fiscal del Colegio Nacional, lleva su nombre “Seminario de Actualización fiscal. Notario Miguel Ángel Fernández Alexander”

El notario Miguel Ángel fallece el 22 de septiembre de 2007, a la edad de 55 años.

Sexta sesión

Ibarrola Eugenio

* 8-noviembre- 1923 † 7-junio-2001

Eugenio Ibarrola Santoyo era originario de Morelia, Michoacán, nació el 8 de noviembre de 1923. Su educación básica la curso en la Escuela Apostólica y Escolástica de los Misioneros del Espíritu Santo. Ingresó a la Escuela Libre de Derecho, formando parte de la generación 1947-1951, graduándose 1953, con su tesis titulada “El poder político, la autoridad de los gobernantes, su organización de acuerdo con nuestra Constitución”

Ya dentro del ámbito notarial aprobó por unanimidad su examen de aspirante en el 27 de septiembre de 1958 teniendo como sinodales a los notarios: Manuel Borja Soriano, Enrique del Valle, Rogerio R. Pacheco, Mario Monroy Estrada. Jorge Sánchez Cordero. Resulto triunfador en el examen de oposición por la notaría 122, el 30 de julio de 1959, teniendo como sinodales a los notarios: Manuel Borja Soriano, Juan Alberto Dune, Rogerio R. Pacheco, Graciano Contreras y José G. A. Cervantes. Inicio funciones el 20 de octubre de 1959.

En su momento formo parte de una de las asociaciones notariales más grandes junto con los notarios: Mario Monroy Estrada, Miguel Alessio Robles y Alfonso González Alonso. Para los notarios que en su momento formaron dicha asociación lo recuerdan como: “el patrón, después socio y siempre un amigo y consejero”

Sus colegas lo reconocen como una persona extraordinaria, de una calidez humana incalculable, hombre bueno, feliz.

Para su hija Marilú Ibarrola Urquiaga una de las enseñanzas más preciadas que recuerda por parte de su padre fue “El valor por la familia, el amor por los amigos, el ser entregado, trabajador, hablar siempre con la verdad, la confianza de la sinceridad, el siempre estar”.

Se desempeño como presidente del Colegio Nacional del Notariado Mexicano A. C., en el bienio 1971 a 1972.

Participo en varias ocasiones dentro del consejo del Colegio de Notarios del Distrito Federal desempeñando diferentes cargos, pero no fue hasta el bienio 1974-1975 que se desempeñó como presidente del Colegio de Notarios del Distrito Federal, y dentro de sus principales propósitos en su mandato era adquirir una casa para el entonces Colegio de Notarios del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, objetivo que se cumplió adquiriendo la actual sede del Colegio de Notarios, ubicada en Río Tigris N°63, alcaldía Cuauhtémoc.

A nivel internacional tuvo participación en 1977 dentro del Congreso Internacional del Notariado Latino, realizado en Guatemala, fue electo vicepresidente honorario.

El licenciado Ibarrola es catalogado como “Un perfecto conocedor del sistema notarial mexicano y del sistema notarial internacional” “Profesionalmente fue una persona de gran capacidad”. Considerado de igual forma como: “Un pilar del notariado del Siglo XX, y dejó los cimientos para el actual notariado del Siglo XXI” “Los que lo conocimos, que es un 50% de los notarios actuales lo extrañamos y el otro 50% que no lo conoció desearía haberlo conocido, era excepcional”“Don Eugenio tenía un virus, para el que no había vacuna…. ¡El amor al notariado!

En reconocimiento a su labor notarial el Colegio de Notarios de la Ciudad de México, nombro un aula en su honor.

El licenciado Eugenio Ibarrola Santoyo falleció el 7 de junio de 2001, a la edad de 78 años, luego de ejercer 42 años como notario.

Séptima sesión

Borja Soriano Manuel

*13-agosto-1873 † 23-enero-1973 .

Don Manuel Borja Soriano nació el 13 de agosto de 1873 en la Ciudad de México. Estudio en la Escuela Nacional Preparatoria de 1887 a 1891.

Cursa la licenciatura en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, formando parte de la generación 1892 y 1897. Presentó su examen profesional el 23 de marzo de 1898 con la tesis “Las asociaciones de socorros a la luz del derecho y la economía política”.

Fue secretario de juzgado en Valle de Bravo en 1898 y luego fue juez de primera instancia en el municipio de Jilotepec.

Obtuvo la patente de notario el 31 de enero de 1900. Con la entrada en vigor de la Ley de Notariado de 1901 se le otorgó la titularidad de la notaría 47, su primer instrumento lo firma el 15 de abril de 1902.

En mayo de 1900 contrae matrimonio con Francisca Covarrubias Bañuelos.

Fue presidente del Colegio de Notarios en los periodos de 1910; 1912; 1918; 1932; 1945 y 1946, además de ocupar otros cargos en la institución.

Don Manuel Borja Soriano sería el responsable de dar fe que en 1925 se llevará acabo la escritura constitutiva del Banco de México como banco único de emisión.

El maestro Borja Soriano fue autor de múltiples artículos de revistas, ensayos y libros. Su obra más destacada es “La teoría general de las obligaciones”, de la cual su primera edición fue publicada en 1939 y hasta el día de hoy es considerado un texto indispensable dentro de la carrera de derecho. Se destaca su participación en la redacción de código civil de 1928.

De 1920 a 1935 fue profesor de Teoría General de las Obligaciones y Contratos y en 1924 de Derecho Mercantil. El 9 de enero de 1940 la UNAM lo designó profesor honorario, época en la que se incorporó a la cátedra en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, después de 5 años de ausencia.

El 30 de agosto de 1949 se consagró un aula en honor del maestro y con la mudanza de la facultad a Ciudad Universitaria la placa alusiva se colocó afuera del salón D-107, el director José Castillo Larrañaga señaló: “Este acto tiene el significado de honrar a un verdadero maestro quién con su ética ha dado el ejemplo poco acostumbrado nuestra vida social”.

Se destaca su trascendental papel en la fundación de la Asociación Nacional del Notariado en 1955 hoy Colegio Nacional. La primera comisión fue integrada por él, junto con Rogelio R. Pacheco, Manuel Andrade y Jorge Grague, quienes se encargaron de formular la estructura jurídica de la misma.

De entre los honores que recibió se destaca el libro que publicó la Universidad Iberoamericana, titulado “Estudios jurídicos en homenaje a M. Borja Soriano”, y en el Colegio de Notarios de la Ciudad de México se encuentran dos placas en su memoria.

Don Manuel Borja Soriano ejerció como notario 67 años, en 1946 permuto con su hijo Manuel Borja Covarrubias las notarías 47 y 78 siento titular de esta última.

Fallece el 23 de enero de 1977 a la edad de 94 años en 1946

Octava sesión

Pacheco Alberto

*2-septiembre-1930 † 7-febrero-2014

Don Alberto Antonio Pacheco Escobedo nació el 2 de septiembre de 1930 en la ciudad de Tampico. Hijo de Carmen Escobedo y Rogerio R. Pacheco, este último destacado notario. Recién nacido su familia se mudó a la ciudad de México. Su carrera profesional la curso en la Escuela Libre de Derecho. Se tituló el 14 de mayo de 1952 con su tesis “La representación voluntaria directa” .

En Europa obtuvo 2 doctorados: uno en Derecho Canónico en Roma y el otro en Derecho Civil en Madrid. Don Alberto fue admitido en el Opus Dei el 10 de mayo de 1950, siendo uno de los primeros fieles de esa institución en México.

El 10 de julio de 1956 aprobó su examen de aspirante por unanimidad teniendo como sinodales a: Manuel Borja Soriano, Francisco Lozano Noriega, José Vicente Vértiz y Francisco Suinaga Portilla y Alfredo del Valle.

El 26 de junio de 1957 resultó triunfador en el examen de oposición por la notaría 48, en esta ocasión el Jurado fue conformado por: Manuel Borja Soriano, Francisco Lozano Noriega, Francisco Vázquez Pérez, Graciano Contreras y Joaquín F. Oseguera obtuvo calificación de 5 votos muy bien. Un mes después le fue expedida la patente respectiva e inició funciones el 6 de septiembre, asociándose con su padre Don Rogelio R. Pacheco notario 18. Convenio que duraría casi 9 años.

En 1975 al ganar la oposición por la titularidad de la notaría 145 su alumno Felipe Guzmán Núñez celebró su convenio de asociación con el doctor Pacheco el cual duro 19 años. En el Colegio de Notarios se desempeñó como: secretario propietario en el período de 1960 a 1961, séptimo vocal de 1965 a 1966 y presidente de 1980-198. Fue uno de los fundadores del decanato de dicha institución.

Fue presidente de la Asociación Nacional del Notariado Mexicano, hoy Colegio Nacional del Notariado, en el período 1975 a 1976.

Le era reconocido por su brillante inteligencia e indiscutible capacidad y magnífica exposición de todas las materias jurídicas, cualidades que demostró en muchas jornadas y congresos notariales celebrados en el país, así como los congresos internacionales del notariado latino.

En 1966 fue uno de los fundadores de la Escuela de Derecho en el Instituto Panamericano de Humanidades hoy Universidad Panamericana y de la Escuela de Negocios del IPADE.

Destacado conferencista, autor de diversos ensayos jurídicos y de los libros: “Temas de derecho eclesiástico mexicano”, “La persona en el derecho civil mexicano” y “La familia en el derecho civil mexicano”, este último texto dejó una Clara muestra de su filosofía.

Intervino en la reforma a la Constitución para el reconocimiento de la iglesia en México.

Tras ejercer 37 años el ejercicio notarial, en 1994 presentó su renuncia, surtiendo efecto a partir del primero de junio, esto con el fin de ejercer el Ministerio sacerdotal en la iglesia de San Josemaría.

El Colegio de la Ciudad de México nombro un aula en su honor como reconocimiento a su labor notarial, además de colocar una placa conmemorativa a su trayectoria dentro de la institución.

Don Alberto Pacheco Escobedo falleció a los 83 años en la Ciudad de México el 7 de febrero de 2014.

Novena sesión

Pérez Gómez Federico

*10-diciembre- 1912 † 2-junio-1983

Federico Pérez Gómez era originario de Mérida, Yucatán, desde muy joven emigro a la capital, donde hizo sus estudios básicos y curso la licenciatura en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, recibiéndose así con su tesis profesional que llevó por título “La intervención del ministerio público en los accidentes de trabajo”.

En su labor profesional fue encargado organizar las cooperativas del chicle por instrucciones del gobernador del territorio de Quintana Roo durante el Cardenismo, Rafael Melgar, al mismo tiempo fue profesor de Civismo en la primera Escuela Secundaria de dicho territorio.

A principios de 1940 inicio sus prácticas notariales con el licenciado Álvaro Magaña, titular de la notaría 13 de la Ciudad de México. Su examen de aspirante lo realizo el 24 de noviembre de 1942 siendo sus sinodales: Rogelio R. Pacheco, Miguel Uriarte, José María Pacheco, José Díaz y Francisco Jiménez Arrillaga y siendo aprobado por unanimidad. A partir de ese momento trabajo como adscrito a la notaría 13 y luego en la 50. Obtuvo la titularidad de la notaría 98 e inicio funciones el 5 de abril de 1946.

El licenciado Federico Pérez Gómez tuvo una relevante participación en el establecimiento de una fecha importante en el calendario para recordar a la mujer mexicana, a principios de 1961 en coordinación con Amalia González Caballero de Castillo Ledón y la dramaturga Maruxa Vilalta, quedó en el calendario establecido el 15 de febrero como el “Dia de la Mujer Mexicana”.

Dentro de la labor notarial participo en el Consejo del Colegio de Notarios desempeñando el cargo de primer secretario propietario en el bienio 1954-1955. También tuvo participación dentro del Consejo de la entonces Asociación Nacional del Notariado Mexicano, hoy Colegio Nacional.

Fue fundador de la Mutualidad Notarial y la dirigió de 1965 a 1983.

El Licenciado Federico Pérez falleció el 2 de junio de 1983, a los 80 años de edad, ejerciendo la labor notarial durante 37 años.

Décima sesión

R. Pacheco Rogerio

Don Rogerio Rafael Pacheco Marín nació en la Ciudad de México el 12 de diciembre de 1894 en el seno de una familia proveniente del Bajío, de profundas convicciones religiosas mantuvieron trato con la familia del poeta Ramón López Velarde, uno de los alumnos fundadores de la Escuela Libre de Derecho. En 1912 se recibió con la tesis “Obligaciones solidarias divisibles e indivisibles”.

En 1916 trabajando ya en un despacho de abogados que se llamaba “Cervantes y Riva", abogados de la compañía petrolera “El Águila", compañía que tenía sucursal en Tampico, Tamaulipas, ciudad a la que Don Rogerio quería emigrar ya que ahí no había revolución.

Al ser representante legal de diversas empresas petroleras Don Rogelio ejerció su profesión en el Puerto de Tampico y monto su despacho en la calle Muelle. En 1919 obtuvo la patente de notario número 28.

Fue el redactor del reglamento del Consejo de notarios de la entidad y ocupo el cargo de consejero presidente de este órgano Colegiado Tamaulipeco. En 1930 la súbita muerte de su padre en la capital del país le hicieron pedir una licencia por un año en Tampico y regresar con toda su familia de inmediato busco ganar una notaría capitalina.

El 23 de diciembre fue nombrado adscrito de Agustín Silva y Valencia y el 29 de enero de 1931 el presidente Pascual Ortiz Rubio le expidió la patente de titular de la notaría 18. Otorgó su primera escritura en 2 de febrero.

En ese momento el gremio notarial estaba completamente desunido. En las asambleas a elecciones a primera convocatoria nunca había quorum, las elecciones operaban en segunda convocatoria con mayoría maniobra hasta con cartas poder lo que hacía que el jefe de la mesa del notariado se convirtiera en gran elector. En ese entorno Don Rogerio acompañado de notarios de la talla del mismo Vázquez Pérez, Manuel Borja Soriano, Graciano Contreras Saavedra, Mario Monroy Estrada, Noé Graham Gurria, Francisco Lozano Noriega, Eugenio Ibarrola Santoyo, Cipriano Ruiz Bello entre otros se dieron a la tarea de reestructurar el notariado capitalino, estrechar los lazos con el notariado internacional y fundar un verdadero organismo que representará a todos los notarios del país.

A principios de 1950 en un convite en su honor organizado por un grupo de amigos entre los que destacaban el ministro Teófilo Olea y Leyva, el l secretario Antonio Martínez Báez, el escritor Jesús Guisa y Acevedo esta fiesta licenciado Pacheco es la fiesta de la amistad, de la fe, del trabajo y de la conciencia ciudadana porque es la fiesta de los hombres honrados de México.

El 1957 al resultar ganador su hijo Alberto de la notaría 48 se asoció con el y trabajaron juntos por casi 9 años. En su Alma Mater fue catedrático de derecho civil y según señala María Elena chico en el año de 1938 se implantó como materia optativa en la Escuela Libre de Derecho un curso de derecho notarial y registral a iniciativa y a cargo del maestro, varias veces desempeño el cargo de director interino y miembro de la junta de gobierno.

En el Colegio de Notarios fue el responsable de dar la estructura jurídica. El proyecto de estatuto del Colegio se le debe fundamentalmente a Don Rogelio Pacheco y la escritura se realizó a notaría número 1 de Toluca del licenciado Silvino García.

Don Rogelio fue electo consejero presidente en los periodos 1935 a 1936 y 1946-1947. Fue uno de los fundadores de la Asociación Nacional del Notariado Mexicano, hoy Colegio Nacional, junto con Manuel Borja Soriano, Manuel Andrade y Jorge Graue se encargó de preparar la organización interna. Durante la primera presidencia de esa institución fungió como secretario.

El notario Pacheco se distinguió siempre por su rectitud honorabilidad y su capacidad. Como homenaje el Colegio de Notarios de la Ciudad de México colocó una placa en su memoria.

Rogelio Pacheco Marín falleció a los 72 años el 9 de mayo de 1966 en la Ciudad de México, ejercicio la función notarial capitalina durante 35 años.

Décima primera sesión

De Pablo Serna Carlos

Egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM en el año de 1967, a temprana edad el licenciado Carlos de Pablo Serna se dio cuenta que era bueno en el ámbito humanista. Impartió clases en la misma institución de la cual fue egresado. Participio en el seminario de Derecho Administrativo al lado de grandes profesores como: Antonio Carrillo Fuentes; Miguel Acosta; Alfonso Nava Negrete, este último dejo huella muy importante en la vida del licenciado Carlos, ya que se caracterizaba por ser un hombre rígido, encaminándolo así por el derecho administrativo. A la par que daba clases, trabajaba en una aseguradora donde tuvo la oportunidad de acercarse al difícil arte del litigio “Esplendido, pero presionante”. Una vez trabajando en notarias se da cuenta que “Dentro de las ramas del derecho la más satisfactoria es la que ejercita el notario”, ya que como notario se “crea", se le dice a la gente que es lo que se necesita. Para el licenciado de Pablo el derecho notarial es la rama del ejercicio del derecho mas satisfactoria A finales del año de 1970 aprueba el examen de aspirante, por cuestiones ajenas al gremio notarial, por un tiempo no se convocó a exámenes de oposición. Para el año 1972 resulta triunfador en su segundo examen de oposición, obteniendo la titularidad de la notaría 137 del entonces D. F. En la carrera notarial, una de sus mejores experiencias es tener un socio como el que hoy en día tiene, licenciado Javier Pérez Almaraz, al cual describe como “un gran tipo, trabajador, disciplinado, amante del fútbol y un hombre de familia". Más sin en cambió una mala experiencia sería, cuando en un procedimiento hereditario alguien estimó que el procedimiento no era correcto, situación que culminó en los tribunales, lugar en el cual se demostró que el procedimiento había sido justo. El licenciado de Pablo fue recibido por el notario Eugenio Ibarrola, quien lo llevó al Colegio, al consejo donde dice: “Aprendió amar al Consejo”, en dicho comité estaba el maestro Fausto Rico como secretario, en ese tiempo se da la oportunidad de adquirir el inmueble donde actualmente se encuentra la actual sede del Colegio Río Tigris 63, en la colonia Cuauhtémoc. Ahí mismo se encontraba las oficinas de: la Asociación Nacional del Notariado, hoy Colegio Nacional del Notariado Mexicano; y la casa de la Mutualidad. Fue presidente del consejo del Colegio Notarios durante el bienio 1990-19921. Intervino en la redacción del primer proyecto del Código de Ética, al lado de Francisco Hugues, y luego participó en redactar y obtener la autorización del Colegio de Notarios para que el Código que está vigente funcione, que es un “Código de ética” más no penal, el cual tiene como finalidad regular las conductas de los que ejercen el notariado en el aspecto del ejercicio del notariado. El Colegio de Notarios es uno de los primeros en publicar su Código de Ética, cuando recién estos se empezaron a publicar. El licenciado de Pablo ha impartido clases en diferentes instituciones, por ejemplo: en el Instituto Patria, conocida como la Universidad de los jesuitas; Universidad Panamericana y la Escuela Libre de Derecho. Actualmente sigue como notario 137 de la Ciudad de México y se encuentra asociado con el licenciado Javier I. Pérez Almaraz titular de la notaria 125 de la Ciudad de México.

Décima segunda sesión

Ruiz Bello Cipriano

* 26-septiembre-1906 † 14-mayo-1959

José Cipriano Ruiz Bello era originario de Huatusco, Veracruz. Nació el 26 de septiembre de 1906, en el seno de una numerosa familia cafetalera.

Su formación básica la curso en la Escuela Libre de Morelia, al concluir dicho nivel se mudó a la Capital donde ingreso a la Escuela Libre de Derecho obteniendo el título de abogado el 25 de abril de 1933, su tesis profesional llevó por título “El artículo 97 de la Ley de Amparo”.

Presento su examen de aspirante a notario el 4 de marzo de 1934, siendo sus sinodales: José G. Silva, Agustín Ruiz, Eusebio G. Castro, Carlos García Diego, Francisco de P. Morales, obteniendo un resultado aprobatorio por unanimidad. El 12 de abril del mismo año se le dio el nombramiento de adscrito a la notaría 17. El 15 de julio de 1935 obtuvo la titularidad de esta, tras la renuncia del titular Arturo Sánchez de Aparicio.

En la función notarial participo en el Consejo del Colegio de Notarios desempeñando el cargo de quinto vocal en el bienio 1937-1938, años más tarde regresaría como presidente en el bienio 1948-1949. Fue fundador de la Revista Jurídica Notarial en el año de 1948. Asistió al Primer Congreso Internacional del Notariado Latino en la Ciudad de Buenos Aires en octubre de 1948, como resultado de ese encuentro se le responsabiliza a él y toda la delegación mexicana de haber asentado las bases para establecer el 2 de octubre como “Dia internacional del notario”

Fue honrado con el título de “Notario Honorario del Ilustre Colegio de Madrid”, por el Notariado Madrileño y en especial por Rafael Núñez Lagos.

A finales de 1949 se inclina por el sacerdocio dejando aun lado la carrera notarial. Decide viajar a principios de 1950 a la Ciudad del Vaticano para conseguir su objetivo. Para el 26 de septiembre de 1954 recibe las ordenes sacerdotales en la Parroquia de Huatusco, Veracruz.

Don Cipriano Ruiz falleció a los 52 años en un accidente automovilístico el 14 de mayo de 1959, cerca del municipio de Huamantla, Tlaxcala.

Décima tercera sesión

Vázquez Pérez Francisco

Pérez *25-abril-1900 †3-febrero-1979

Francisco José Vázquez Pérez era originario de Chilpancingo, Guerrero, su padre era militar y su madre fallece cuando era muy pequeño, quedando bajo la custodia de sus tías.

Ya establecido en la Ciudad estudió en la Escuela Libre de Derecho perteneciente a la generación 1917 -1921, se tituló el 27 de mayo de 1922, con la tesis “La novación por cambio de acreedor es una cesión de acciones”.

Fue profesor de Legislación penal militar en la Escuela Medico Militar y abogado de la Dirección de Sanidad Militar.

El 7 de abril de 1927 aprobó por unanimidad su examen de aspirante, siendo sus sinodales: Salvador del Valle, Manuel Andrade, Emilio Raz Guzmán, Arturo Sánchez de Aparicio y Guillermo López Portillo.

El 9 de septiembre de 1937 se le expide el nombramiento como adscrito a la notaría 74, a cargo de Jesús Rosete López, siendo el 23 de agosto de 1939 cuando obtiene la titularidad de dicha notaría por renuncia de su predecesor.

La editorial Botas le publico la nueva versión anotada de “El nuevo Código Sanitario de los Estados Unidos Mexicanos” en 1934, y “Derecho agrario en 1912-1942” publicado en 1945.

Fue autor de diversos ensayos jurídicos destacando: “El secreto profesional del notario y sus empleados”; “Adaptación de la actividad profesional del notariado”; “Los métodos y procedimientos técnicos modernos en lo que concierne a la identificación de las partes” y “Apuntes y recopilación de textos para una evolución histórica del derecho notarial mexicano”

En el bienio 1941-1942 fue parte del Consejo del Colegio de Notarios desempeñando el cargo de primer secretario Propietario, para el bienio 1954-1955 fue presidente de dicho Consejo.

A finales de 1955 fue uno de los notarios que firmaron la escritura Constitutiva de la Asociación Nacional del Notariado Mexicano, hoy Colegio Nacional, para el bienio 1957-1959 se desempeñó como presidente de dicha institución.

En julio de 1960 el presidente Adolfo López Mateos lo nombro secretario de la Comisión Federal Electoral a cargo del secretario de Gobernación Gustavo Díaz Ordaz.

Fue uno de los organizadores del VIII Congreso Internacional del Notariado Latino celebrado en la Ciudad de México en 1965.

Don Francisco Vázquez Pérez decía que: "El notariado en nuestra patria ha cumplido a más su función como autenticador con la más alta misión del jurista creador en el mejoramiento de su propia organización, formador del continente y del contenido del negocio jurídico aún sin tener para esto último una obligación expresa y sólo guiado por su afán de servicio a la colectividad de superación profesional”

Fallece el 3 de febrero de 1979, a la edad de 78 años, ejerciendo la carrera notarial por 39 años.

Décima cuarta sesión

Andrade Manuel

*30-mayo- 1882 †13-julio-1963

Manuel Andrade Priegos era originario del Estado de Tabasco, lugar donde realizó sus estudios en la escuela Melchor Ocampo, el nivel superior lo curso en el Instituto Juárez.

Mientras cursaba la licenciatura en derecho publicó un breve ensayo titulado “Los testamentos”, su tesis profesional fue nombrada “Legítima defensa del honor”, realizada en 1912.

Fue colaborador del influyente carrancista Félix Fulgencio Palavicini.

En colaboración con los juristas Alfonso Cravioto, José Natividad Macias, Luis Manuel Rojas y Juan N. Frías, fueron los encargados de redactar las adiciones al plan de Guadalupe promulgadas el 12 de diciembre y la Ley de divorcio del 29 de diciembre ambas de 1914. Al mismo grupo de juristas se les atribuye el primer proyecto de la Constitución de 1917.

Ya instalado en la capital se hizo aspirante a notario el 14 de octubre de 1916 siendo aprobado por unanimidad, la Secretaría de Justicia fue la encargada de expedirle la patente a notario asumiendo la titularidad de la notaría 49 el 4 de julio de 1917.

Desde la Décimo Cuarta Legislatura fue diputado federal en siete ocasiones.

Fue director del periódico Universal siendo autor de varios ensayos y coautor con José Almaraz, Francisco de A. Benavides, Antonio Castro entre otros. Una de sus publicaciones mas importantes es "México historia de su evolución constructiva",dirigida por Palavicini.

Participio como octavo vocal del consejo del Colegio de Notarios, siendo también presidente en varias ocasiones de este.

Su experiencia legislativa lo llevó a fundar Ediciones Andrade en el año de 1920.

Manuel Andrade renuncia a la función notarial el 30 de diciembre de 1957, después de más de 40 años de servicio.

Fallece el 13 de julio de 1963 a los 81 años.

Décimo quinta sesión

Familia Rebollar

La familia Rebollar constituyo una estirpe jurídica y notarial que se remonta al inicio del México independiente. A Don Pedro Rafael Rebollar y Zúñiga se le señala como cabeza de esa tradición, nació el 5 de octubre de 1805.

Don José María Rebollar e Hidalgo, papá de Rafael Rebollar y Zúñiga, no quiso que su hijo Rafael lo sucediera como labrador de la tierra, tomando la decisión de enviarlo a la Ciudad de México para estudiar la carrera de abogado. Rebollar y Zúñiga se recibió asumiendo el liderazgo de su comunidad, logrando el reconocimiento de Temascaltepec del Valle, su pueblo natal. Fue juez y magistrado letrado del Supremo Tribunal de Guerra y Marina.

Falleció el 14 de octubre de 1887.

Don Rafael Rebollar y Guzmán nació el 24 de octubre de 1847. Curso sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en donde se recibió como abogado el 6 de mayo de 1871. El periódico “El siglo 19”, hizo eco de su titulación. Únicamente fue abogado, ocupó diferentes cargos políticos, asumió la gubernatura del Distrito Federal y se desempeñó como el primer procurador general de la República. Fue director del Diario Oficial e inició su carrera como docente impartiendo el curso de “Derecho internacional”, gustaba de la poesía.

Falleció el 9 de mayo de 1915 en la Ciudad de México a los 66 años.

Don Rafael Ernesto Rebollar y Cordero nació el 3 de noviembre de 1876. Fue egresado de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, titulándose en 1902 con la tesis “La facultad económica coactiva”. Presenta su examen de aspirante el 14 de octubre de 1912, siendo sus sinodales: Manuel Borja Soriano, Antonio Sánchez Aldana, Francisco Jiménez Garnica y Miguel C. Martínez. Inició funciones el 21 de enero de 1913 como titular de la notaría 32. Contrajo matrimonio con Dolores Solórzano Tello de Meneses. Ocupo varios cargos dentro del Consejo del Colegio, se desempeño como vocal en diversos periodos en 1923, 1935 y 1936 fungió como secretario, en 1925, 1939 y 1940 se desempeñó como presidente. Su hijo Rafael Rebollar Solórzano fue su adscrito desde el 16 de octubre de 1930.

El notario Rebollar y Cordero falleció el 22 de diciembre de 1954 a los 78 años ejercicio la profesión por más de 41 años.

Don Rafael Juan Rebollar Solórzano nació el 3 de septiembre de 1902, curso la licenciatura en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Obteniendo el título con su tesis “El patrimonio de la familia en México". Realizó su examen de aspirante el 26 de febrero de 1930, el jurado lo conformo: Eusebio G. Castro Pérez, Francisco Jiménez Garnica, Luis Beltrán, Rafael Flores y Ramón Cossío González, siendo aprobado por unanimidad. Fue adscrito de la notaría 32 y para el 16 de abril de 1946 se les expidió patente como notario 120. El 29 de abril de 1952 celebró una permuta con su padre y asumió la titularidad de la notaría 32. En 1947 fue vicepresidente del Consejo del Colegio.

El notario Rebollar Solórzano falleció el 13 de marzo de 1982 a los 79 años ejerció la profesión por más de 36 años.

Rafael Aurelio Rebollar Garduño nació el 23 de abril de 1939. Estudio en la Facultad de Derecho de la UNAM, se recibió con su tesis “Breve relación de los sistemas registrales modernos en el sistema vigente del Distrito Federal”. Realiza su examen el 28 de enero de 1969, siendo sus sinodales: Juan Manuel García de Quevedo, Enrique del Valle y Jorge Sánchez Cordero, entre otros, obtiene una calificación aprobatoria por unanimidad. Presento su examen de oposición los días 18 y 19 y 20 de mayo de 1970, siendo el jurado: Roberto Núñez y Escalante, José Arce y Cervantes, Joaquín F. Oseguera, Francisco Villalón Higartua, entre otros. Obtuvo una calificación de 5 muy bien y resultó ganador de la notaría 84. En el Consejo del Colegio fue subtesorero en los periodos 1974-1975 y 1980-1981, fungió como vicepresidente en el bienio 1987-1988 .

El notario Rebollar Garduño falleció el 2 de mayo de 1991 a los 52 año, dedico casi 21 años al ejercicio de la función notarial.

La estirpe notarial de la familia Rebollar se mantiene intacta ya que el 6 de julio de 1999 a Don Fernando Dávila Rebollar también egresado de la facultad de derecho de la UNAM se le expide la patente a notario 235 de la Ciudad de México.